Sudestada
Luca. Un ciego guiando a los ciegos, de Carlos Polimeni
Luca. Un ciego guiando a los ciegos, de Carlos Polimeni
Desmesurada, la historia de Luca Prodan responde a los parámetros no escritos del mito. Quién puede explicar que la figura más emblemática del rock local sea la de un italiano nacido en Roma, educado en un selecto colegio de Escocia, que pensaba y cantaba en inglés. Semejante confusión de patrias, lenguas y pasaportes generó la leyenda. Por este mapa de contradicciones deambuló Luca: un tipo que eligió la música casi de casualidad conformó la banda de rock más influyente de los ochenta en la Argentina.
Un personaje al que hoy todos identifican con el éxito, ayer vivía con ropa prestada y en una casa tomada. Una figura del rock que nunca pudo creerse la historieta de ser reconocido simplemente porque subía al escenario y se bajaba envuelto en las mismas sombras, el líder de una banda que iban a ver todos pero que terminó cantando para cien personas en la cancha de Los Andes. La cara de un grupo que tocaba con los peores equipos, que hacía del acople un rasgo distintivo, pero que en vivo sonaba como ninguno. Un pelado que hablaba en inglés en medio de una multitud de supuestos rebeldes de pelo largo que mentían en argentino.